Es como un saquito que hay que abrir para degustar y que no necesita más acompañamiento que unas gotas de aceite de oliva, algo de sal, un golpe de pimienta o un picadito fino de cebollino o de albahaca o menta.
Como consejo os diría que se debe consumir a temperatura ambiente, yo prefiero las de 150 a 200 gramos (para dos personas) y para degustar su sabor suave pero suficiente, pues si no sabe “a nada” no es una buena burrata. Y un ligero toque de trufa le encanta como le gusta mucho tener una cama de rodajas finas de tomate.
Como consejo os diría que se debe consumir a temperatura ambiente, yo prefiero las de 150 a 200 gramos (para dos personas) y para degustar su sabor suave pero suficiente, pues si no sabe “a nada” no es una buena burrata. Y un ligero toque de trufa le encanta como le gusta mucho tener una cama de rodajas finas de tomate.
Eso sí, debe consumirse recién hecha, nunca más de tres semanas como máximo desde su fabricación y a ser posible que sea de Italia.