Es posible que te guste la cocina y que por eso hayas llegado hasta esta ventana. Si es así igual te interesa mi opinión sobre el programa de televisión MasterChef Celebrity que ayer empezó en su tercera edición. Vamos a intentar ser serios y críticos. Masterchef Celebrity es un programa de entretenimiento y no de cocina. Y mucho menos de cocineros. El oficio de cocina es muy duro, tremendamente sacrificado y en nada alegre, ni despistado, de parvulario, sucio o sin control. Hablo como es lógico del trabajo de cocina profesional y seria. Aunque todos sepamos que existen fracasos absurdos que se creen que la cocina es simplemente un lugar bonito para inventar y mezclar cositas.
Como sabemos que Masterchef Celebrity es un programa de entretenimiento solo nos podemos meter con su mecánica, su duración, sus tempos, y aquí sí hay mucho de lo que hablar y lo saben todos. Es excesivamente largo, depende mucho de su agilidad, debería meter algo más de pedagogía gastronómica, y aunque cumple su idea de entretener, se pierde su sentido cuando dura más de dos horas. Ellos sabrán pues son los que eligen.
Si quieres ser cocinero, como si quieres ser carpintero o fotógrafo, lo único primordial es que te guste la profesión mucho. Todos los oficios son duros, unos más que otros, y la cocina es muy dura. Por ello es imprescindible que te guste mucho el oficio y todas sus partes. Desde la buena relación entre las personas en algunos locales a la mala baba de algunos gerentes o Jefes de Cocina. Y debes admitir que a veces deberás repetir la misma carne, salsa o paella mil veces mil en el mismo año, y hay que admitir el aburrimiento de la repetitividad de un trabajo, sea hacer piezas o carne en salsa. Y que siempre hay que limpiar más de lo que ensuciamos. Todo esto no lo vemos bien en un Masterchef Celebrity hecho para entretener, como es lógico por otra parte.