En un bol grande pondremos las lentejas y le iremos añadiendo una latita de guisante cocidos, otra latita de maíz, media cebolla temprana y medio pimiento rojo cortados en trozos pequeños, y mezclaremos bien todos los ingrediente. Ahora viene el toque personal y el que le va a dar personalidad al plato. La salsa. Doña Salsa.
En un frasco de cristal que tendremos para estos trucos pondremos una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra (como poco) más una cucharadita de salsa de mostaza en grano y media cucharadita de la salsa que tengamos en esos momentos y que tenga personalidad. Una de rábanos picantes, una argentina para carne, unas gotas de tabasco, etc. Una sola de estos ejemplos o de otros. Se trata de darle personalidad al aceite y a la mostaza.
Se cierra el frasco de cristal y se agita muy bien todo. Se pone por encima de las lentejas y sus complementos y se deja reposar un par de horas. Se pùreba de sal y se rectifica. Se sirve fría pero no helada del frigorífico. Si las guardamos en el frigo, sacarla media hora antes.